El portobello (Agaricus brunnescen) es una variedad de champiñón distinta al común (Agaricus bisporus, también es conocido como blanco o de París), pero de un mayor tamaño: tiene un sombrero de color café tostado, más ancho y desarrollado. En lo nutricional, en cambio, tienen propiedades muy similares: también es rico en fibra, vitaminas, minerales y muy bajo en calorías. Tiene solo casi 30 por cada 100 gramos.
Al ser grande y carnoso, tiene una textura más firme y tersa, así como un sabor ligeramente más dulce y delicado que el champiñón blanco. Su mayor tamaño también ofrece más versatilidad: se pueden consumir crudos, en ensaladas, cocinar salteados, a la plancha, en platos de arroz o de pasta, en hamburguesas, en salsas, en guisos y también rellenos al horno.
Esta última fórmula es la que nos propone la cocinera y comunicadora Dalal Halabi, con una receta muy simple de champiñones portobello gratinados con queso azul. Este queso, con un olor y sabor tan intenso producto de los hongos penicilium que se desarrollan en él, se mezclará con queso crema y crema de leche para agregarle suavidad al relleno, que combina a la perfección con el umami de los champiñones. Sorprendentemente fáciles y rápidos de hacer.
Champiñones gratinados con queso azul
Ingredientes (para 8 porciones)
Preparación