¿A ti no te ha pasado ir a una pescadería y no saber realmente si el pescado que te están vendiendo es realmente fresco o lleva algunos días de más en la vitrina? A nosotros sí, y es una sensación poco agradable sucumbir pasivamente a la buena voluntad del pescadero de turno, confiando ciegamente en que ese bacalao que te están ofreciendo es fresca.
No cabe duda de que comprar bien es una habilidad que requiere de experiencia e información, especialmente cuando nos referimos a la calidad de los productos frescos. Teóricamente, todas las pescaderías deberían exponer junto a cada pieza de pescado una ficha informativa con el nombre del pez, la fecha en la que ha sido capturado, el origen y la caducidad, pero no siempre es así o dicha ficha está incompleta. Pero no te preocupes, a partir de ahora, no dudes en aplicar estos consejos y aprende a distinguir fácilmente si un pescado está fresco o no.
Aunque cada pescado es diferente y tiene particularidades propias de su especie, estas recomendaciones que te mostramos a continuación valen para todos.
1. La piel
Será un buen signo si, al tocar la piel, hay una película acuosa y transparente. Esta mucosidad cutánea que recubre la piel tiene una proteína propia del pescado que actúa como conservante natural, haciendo que nuestro pescado pueda durar fresco en nuestra nevera hasta 3 o 4 días después de la compra.
2. Las agallas
Fíjate que tengan un color rojo vibrante que te recuerde a la sangre. Eso es signo de que el pescado tiene hemoglobina y que está recién muerto.
3. Los ojos
Fíjate que el ojo del pescado es de color negro brillante, sin ningún fondo blanco (el color blanco empieza a aparecer cuando las bacterias ya han entrado en acción).
Además del color, fíjate en la forma. Si están saltones, si sobresalen, es buena señal, quiere decir que el pescado está fresco.
Así que, nunca compres un pescado con los ojos turbios o hundidos.
4. Textura
Textura rígida y firme de la pieza; tienes que sentir que al coger el pescado no hay signos de flacidez. La pieza tiene que estar dura, sin que apenas se mueva ni la cola ni el cuerpo. El rigor mortis, o rigidez calavérica es muy importante. Ese rigor del que hablamos se relaja y comienza a desaparecer cuando el tejido muscular del pez comienza a descomponerse.
5. El olor
El olor a pescado fresco es muy agradable. Huye cuando percibas olor a amoniaco.
Elegir un buen pescado fresco no es una tarea difícil cuando sabes qué detalles observar. Desde la apariencia de su piel y ojos, hasta el color de las agallas y su olor característico, son aspectos que te ayudarán a identificar un producto de calidad. Aplicando estas claves, podrás comprar con confianza, sabiendo que llevas a casa lo mejor del mar. Recuerda siempre fiarte de tus sentidos, pues ellos serán los mejores aliados para asegurarte de que tu pescado es fresco y seguro para el consumo.