¿CóMO PREPARAR UN BUEN CAFé EN CASA? EN EL DíA MUNDIAL DE LA BEBIDA TE DAMOS SEIS CONSEJOS DE UN EXPERTO

Como cada 1 de octubre, este martes se celebra un nuevo Día mundial del café, una bebida que cuenta con millones de fanáticos que se dejan cautivar por su inigualable aroma y sabor.

Y aunque preparar un café en casa puede parecer una tarea sencilla, lo cierto es que hay ciertos detalles que pueden marcar la diferencia. La elección del grano, la temperatura del agua y cómo se almacena el producto, son sólo algunos de los factores que pueden influir en el resultado.

¿Cómo preparar un buen café en casa?

Por lo mismo, acá te dejamos una lista de seis consejos que nos entregaron desde la cafetería Bonafide.

La elección de los granos. Para comenzar, prefiere siempre granos de café frescos y de alta calidad. Estos son finamente seleccionados por el productor de la finca y, si son 100% arábicos, ofrecen un sabor más suave y complejo.

La molienda justa. La molienda varía según la preparación y metodología para hacer el café y hacerla correctamente es crucial para extraer sabores y aromas adecuados. Por eso, la recomendación es ajustar el grado de molienda en función del método de preparación que vayas a utilizar. Para cafés filtrados, como la prensa francesa o la cafetera de goteo, opta por una molienda media. Para el espresso, utiliza una molienda fina. Un punto importante es moler el café justo antes de prepararlo para conservarlo fresco y sabroso.

Atención con la proporción café – agua. A esta se le llama ratio y corresponde a gramo de café por gramo de agua para garantizar el equilibrio. En un espresso, por ejemplo, es un gramo de café por dos gramos de agua. Y como lineamiento general se usa una cucharada de café por cada 180 ml de agua. No obstante, dichas proporciones pueden variar según la fuerza y sabor que quieras dar a tu bebida.

La temperatura del agua. Al igual que la molienda, esto varía según método de preparación. Para la prensa francesa, por ejemplo, la temperatura ideal del agua está entre 90°C y 96°C. Para el espresso, en tanto, esta debe estar alrededor de los 93°C. Lo recomendable es usar un termómetro para asegurar la temperatura adecuada.

La preparación correcta. Este paso es fundamental y afecta directamente el resultado final. Vierte el agua de manera uniforme sobre el café para asegurar una extracción correcta de los sabores. Para el espresso, asegúrate de taponar el café con la presión adecuada y de extraer el café en el tiempo necesario para obtener un espresso perfectamente equilibrado.

¡Atención con la forma de guardarlo! El café es sensible a la luz, el aire y la humedad, por lo que es crucial almacenarlo correctamente para preservar su frescura y sabor. La recomendación es guardar los granos en un recipiente hermético, en un lugar fresco y oscuro. En el caso de un envase, este debe sacar el oxígeno y la humedad, dos enemigos directos del café. Asimismo, evita utilizar el congelador o el refrigerador, ya que la humedad puede afectar el sabor.

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